Artesanias 2.0

El tallado de madera en Oaxaca, ha existido durante cientos de años, desde la elaboración de juguetes para niños, máscaras y objetos religiosas hasta el estilo de la talla de madera que fue iniciado en 1957 por el artesano Manuel Jiménez, quien a través de esta labor artesanal, se reconoce como el iniciador de los tallados de figuras míticas en los Valles Centrales de Oaxaca.
La magia de crear vida e imprimir el alma en la madera es un arte que se hereda de generación en generación, desde muy pequeños los vínculos que unen a los artesanos con su entorno son inculcados por los ancianos, que de viva voz cuentan las leyendas de sus pueblos y enseñan a los niños a soñar, para luego poder traer sus sueños a la vida. Antes de que la madera de copal es cortada, en ella ya corre la vida, el artesano solo define sus características e imprime en ella su singularidad, plasmando infinidad de modelos que van desde animales, plantas, humanos, hasta seres de otro mundo, todos ellos fusionados para crear una belleza mística.

Sobrevive un pueblo alfarero conformado por 5 781 habitantes que, no obstante su extrema pobreza, aún lucha por subsistir desarrollando una actividad heredada de siglos atrás: la alfarería del barro verde. A escasos 9 km hacia el noroeste de la urbe oaxaqueña, situado entre planicie y monte, descansa el colorido pueblo de Santa María Atzompa con su rústica iglesia de dos torres, la plazuela y el kiosco, la escuela, el palacio municipal a medio construir, sus humildes casitas de adobe y lámina, y su nuevo mercado de artesanías, orgullo de la comunidad.